Archivo del blog

domingo, 2 de agosto de 2015

Y luego estábamos saltando




En el sueño él viene y se sienta frente a mí frente a algo que parece una mesa pero que tiene una constelación de estrellas pintadas sobre ella

Él viste su viejo suéter amarillo que usaba sólo para estar en la casa. Se ve inquietantemente más mayor de que lo que lo recuerdo.. Y triste, realmente triste.

Recuerdo esa tristeza, he vivido en esa tristeza como niebla. Como un virus entregué mi cuerpo a él
para que la tristeza se fuera. Él tomó mi cuerpo para hacer marchar a su tristeza y cuando eso no funcionó él hizo de mí alguien tan triste como él

Pero ahora aquí, en la mesa con las estrellas y la galaxia que parece estar viva entre nosotros sé sin duda que su tristeza le pertenece.

En un primer momento no me muevo ni fuera ni hacia, y me siento extrañamente confiada. Levanto la vista y me doy cuenta. Hay un gran círculo de miles, quizás millones de personas sentadas alrededor de nosotros y estamos en algo así como un Coliseo y las personas, pacientes y en silencio, aguardan-

Algunas mujeres están tejiendo agarraderas y otras banderas rojas. Algunos hombres se inclinan hacia adelante en sus asientos fumando cigarrillos, algunos están usando sombreros extraños como de payasos. No son el tipo de personas 
con las que mi padre habría hablado, y ellos lo saben,
pero no son crueles.

Mi padre repentinamente se molesta, enojado de la manera que solía ser realmente, impaciente enojado y dice con cara de malo, “¿Qué es lo que buscas, Evie?”

Él parece tan pequeño, tan frágil-- Sé que no estoy destinada para salvarlo.

Y luego el silencio desciende. Un frasco de líquido, luz que nos rodea nos sostiene, nos contiene, y de la nada este coágulo, este sucio sangriento y transparente coágulo lleno de ruidos agudos y restos de crueldad empieza a salir de mí, de todas las partes de mi cuerpo, saliendo de mí 
reunido 
en un enorme coágulo.

Y flota como una nube de lluvia turbia, pasando por encima de la cabeza de mi padre, como si estuviera esperando algo y mi padre de un golpe mira hacia arriba, y entonces abre la boca tan natural, tan fácil y recibe mi río de 
dolor, se lo traga todo, y todas las personas comienzan a animar, a animar salvajemente y a cantar y bailar

No puedo quitar mis ojos de él. Mi padre se vuelve por completo, sus mejillas abultadas y rojas,
casi a punto de explotar, no es capaz de soportar mucho más, y a continuación, estas lágrimas rojas comienzan a 
verterse por las mejillas de mi padre

Estoy un poco asustada -se ve como si estuviera llorando sangre-. pero la gente todavía están animando. Ellos son tan alentadores.. Esto continúa por un tiempo, mi padre llorando y llorando lágrimas rojas de sangre

Y lo busco porque no voy a dejar de mirarlo. De repente mi padre se convierte en un niño y él no está triste, él es deslumbrante e inteligente y juguetón. Él me lleva de la mano
y camina conmigo hacia el centro 
del coliseo, que es 
ahora un campo de hierba alta y salvaje que cosquillea soplada por el viento, y empezamos a saltar y saltar, locos saltos

No puedo creer que estemos saltando tan alto, la tierra es un trampolín y no tengo miedo para ir más y más alto

Cuando me despierto pienso... Oh, eso es todo. Esto es la justicia.

Eve Ensler 
07 2013

http://www.revistaenie.clarin.com/escenarios/Eve-Ensler-monologos-de-la-vagina_0_625737610.html 

No hay comentarios: