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jueves, 15 de junio de 2017

Cuídate de esa mujer



Me dijeron:
-Cuidado con esa, que está loca.-

Y yo, sin pensarlo un instante, me asomé a esa mujer,
como quien contempla un precipicio
venciendo el vértigo y la náusea.
Abracé el desorden de su pelo y de su cama,
apaciguando el ruido
y perfilando sus sombras para que pudiera nombrarlas.
Monté guardia noche tras noche a los pies de su lecho,
para que perdiera el miedo a abandonarse al sueño y a abandonarse a mí.
Con el dedo índice, escribí su nombre en la palma de mi mano
y al cerrar el puño la tuve para siempre en mi bolsillo.
Bastó tenacidad, adoración y un pequeño truco de magia.
No sé si fue una insensatez,
pues presumo de ser alguien muy cuerdo,
pero me advirtieron que me cuidara de ella,
y sin embargo la cuidé.


Ana Elena Pena del libro "Vamos a follar hasta que nos enamoremos"