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lunes, 30 de mayo de 2016

Sucio, mal vestido



En el camino de los perros mi alma encontró a mi corazón.
Destrozado, pero vivo, sucio, mal vestido y lleno de amor.
En el camino de los perros, allí donde no quiere ir nadie.
Un camino que sólo recorren los poetas
cuando ya no les queda nada por hacer.
¡Pero yo tenía tantas cosas que hacer todavía! 

Y sin embargo allí estaba: haciéndome matar por las hormigas rojas
y también por las hormigas negras, recorriendo las aldeas vacías: 
el espanto que se elevaba hasta tocar las estrellas. 

Un chileno educado en México lo puede soportar todo,
pensaba, pero no era verdad.
Por las noches mi corazón lloraba. 
El río del ser, decían unos labios afiebrados que luego descubrí eran los míos,
el río del ser, el río del ser, el éxtasis
que se pliega en la ribera de estas aldeas abandonadas. 

Sumulistas y teólogos, adivinadores y salteadores de caminos 
emergieron como realidades acuáticas en medio de una realidad metálica.
Sólo la fiebre y la poesía provocan visiones.
Sólo el amor y la memoria.
No estos caminos ni estas llanuras.
No estos laberintos.

Hasta que por fin mi alma encontró a mi corazón.
Estaba enfermo, es cierto, pero estaba vivo.

Roberto Bolaño

1 comentario:

Steppenwolf dijo...

"Sumulistas y teólogos, adivinadores y salteadores de caminos
emergieron como realidades acuáticas en medio de una realidad metálica.
Sólo la fiebre y la poesía provocan visiones.
Sólo el amor y la memoria."
Extraño poeta Bolaño, todavía recuerdo como un sueño su viaje por Mexico en Detectives Salvajes.

Suzanne Vega me recuerda a alguien, pero ahora no estoy seguro si es una mujer del pasado o del futuro.

https://www.youtube.com/watch?v=94NMnVD11bM