Perdóname si yo perdono,
recuérdame como yo a tí nada más ver la luz
y olvidemos el resto de la oscuridad.
Eres savia de mi árbol,
parte de mi todo
no sólo en el espejo te descubro
sino en los surcos de mi alma.
Y el tiempo barre silencios,
y el viento trae otras artes,
muchos soles en mi rostro
no sólo maduran frutos.
De un salto,
como una niña
me acurrucaría en tus fuertes brazos,
para volver a dormir bajo tus axilas,
y contarte tantas cosas que descubriría al decirte.
Descansa papá,
cierra los ojos,
sueña cosas bonitas.
Duerme,
duerme en un lugar cálido,
iluminado y celeste.
Prometo despertarte
con un beso sin culpas.
Maya/1995
5 comentarios:
Mi dedicatoria al mío sería diferente aunque la primera frase encaja a la perfección. Han pasado 3 años y medio, pero creo que todavía necesito tiempo para escribirle algo.
Y, tras 11 añitos (uno, que sabe contar xD)... ¿mantienes lo arriba escrito?
Tras 14 añitos (una que es de letras pero la salva tener un lápiz de esos que vienen las tablas dibujás) es lo mismo.Espero volverle a encontrar.
"De un salto" impecable acrobacia de la fuerza del deseo. Me ha emocionado tu poema. ¡Enorme¡
Un abrazo
Muy bonito Maya... Muy emotivo.
Me he hecho seguidor de tu otro blog, así también sigo este...
Saludos
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