...el intento desesperado del hombre de conservarse y recuperarse a sí mismo mediante una grabación magnetofónica estropeada. Oírse a uno mismo es la última comprobación de la propia existencia. Hay ancianos que se sienten abandonados y de noche se hablan a sí mismos, se cuentan lo que ya no pueden contar a sus muertos queridos y lo que no quieren escuchar los vivos indiferentes.
Extraído de El escriba sentado de Manuel V. Montalbán.
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